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En la <red>.
En un blog que mantiene una relación cordial con este, en la penúltima entrada puede leerse un texto con el que no podemos sino coincidir. La persona, y la civilización que la hizo posible hasta aquí, no podrá continuar. Es la hora de una <perspectiva> y vida ejecutiva <raizcal>, la vida <personal> o la disolución definitiva. Casi "todos" han cedido o van a ceder en la negación de la vida humana personal; es notorio para todos los que tienen conciencia , capacidad -todos la tenemos-y una <tarea > de la que han de responsabilizarse, que cualquiera manifestación a favor de la vida personal ha de ser <necesariamente > acogida e integrada en la gran tarea universal persona-lista. Como hoy se dice, es un lema "popular", en nuestro entorno social-cultural-nacional: ¡VAMOS!
RENTABILIDAD.
La cultura que nos rodea,
incluida la política y la economía, no esconde los valores que le
sirven para proponer, explicar y
justificar su actividad y la colaboración con este modelo de
sociedad que nos impone. En
ocasiones incluso nos dan lecciones o recomendaciones de su
propia “moral”, aunque lo más
eficaz, para ellos y su sistema, es “llevarlo dentro” de su
producto-mensaje-masaje.
Algunos ejemplos:
En la política: hace muy pocos
días una consejera de la comunidad autónoma de Madrid,
podría ser sin ninguna diferencia
concejal del Ayuntamiento de la capital de España, en una
comparecencia pública explicaba
muy satisfecha que después de cierta organización de un
acumulo de actividades por/para un
lobby, se podía contabilizar en más de 500 millones de
euros –pero podrían ser 50, 40,
30…- el gasto realizado en el territorio de “su competencia”.
Muchos, bastantes, algunos…de sus
votantes y militantes, aunque ni se les ocurre decir nada
en absoluto sobre la relevancia
de unos valores sobre otros, los morales sobre los económicos,
por ejemplo, no pueden estar de
acuerdo con la priorización del dinero –si son católicos- sobre
los mandamientos de la ley de
Dios. Porque esta señora no dijo nada de otros “valores”, así
eso que algunos denominan la/s
“diferencias”, directamente blanqueo –por lo menos para las
acomplejadas conciencias
católicas de sus votantes y militantes…católicas- lo inmoral con
dinero: Mammona justifica Sodoma
y Gomorra.
Para un político de un partido de
“derechas” el dinero justifica cualquiera de sus posibles
orígenes, sobre todo si puede
contarse -hacienda…- y puede contarlo a la “opinión pública” y
futuros electores en su
circunscripción: ella/ellos sí que logran traer dinero…y se
reparte/dispersa entre todos –eso
debe ser el residuo cristiano católico en ese/esos partidos
de votantes católicos- los que
“participan” en el “festival”. ¡Seamos responsables (…)!, nos
dirían estos políticos
“moralizando” su argumento, ¿que es más rentable un “acontecimiento”
que “deja” en la
“”comunidad””millones de euros, o una tarea sin fin que propone la jerarquía
de valores…de los votantes –al
menos una parte de ellos-, y que va a suponer un conflicto o
desafección de ciertos grupos
ideológicos, de poder, lobbies…? La política por encima de todo,
el voto es el “valor” en los
sistemas de contrato social, es lo verdaderamente “rentable”.
En la farmacopea (o lo que sea…o
la actividad productiva a la que pertenezca): todos hemos
podido escuchar estos días un
anuncio/publicidad en el que se propone un específico (o lo que
sea) para paliar la desesperación
de aquellos que tienen que esperar aún algunos días para
tomar vacaciones, es decir, para
dejar de acudir a su puesto de trabajo. Hace algunos años
apareció un muy conocido libro
titulado Mas Platón y menos Prozac. Este libro no lo escribió
un español, pues bien hoy estamos
a la cabeza de la desesperación occidental, esto es, de sus
“medios paliativos”. ¿Es o no
rentable, y “moralmente” recomendable colaborar a la “paz
interior” de tus conciudadanos?
La respuesta la podemos oír en los medios de comunicación,
por unos pocos euros…y así para
toda la “vida”, y para todo, eso sí que es rentable…para
algunos.
Algunos clásicos…no
especial/moral/antropológicamente recomendables nos hablarían de
“alienación”, de eso se trata, si
la sociedad y las ideologías dominantes producen simulación
(así en política), y
desesperación, desnortacion y vacío existencial (en la vida moral y
psicológica), los “listos” de
esos ámbitos tratan de rentabilizar la situación para ellos. ¿Dónde
la verdad y la dignidad personal
de cada uno, donde los valores prioritarios?
Este mundo quieren ponerlo al
servicio, unos y otros, de su bienestar particular. Los costes son
y serán inasumibles, el caos, la
simulación y la “dependencia” como horizonte ya muy cercano.
El cristianismo sin peajes para
con estos que quieren desconocer y ocultar la dignidad –difícil
pero cercana- de la persona, una
posición realmente unitaria y combativa por una
interpretación de la política, la
economía y la historia según una jerarquía de valores fundada
en la verdad y dignidad de la
persona humana son verdaderamente… “rentables”. Vivir
durante un largo tiempo… entre
los escombros antropológicos que nos van dejando quienes
no quieren ver a quien convierten
en sujetos pacientes/victimas de sus invertidas jerarquías de
valores, es una pésima inversión,
no es nada “rentable”.
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