Dos perspectivas.
Sin descanso.
En un mismo escenario, aunque en lugares distintos, mejor, distantes en varios cientos de kilómetros he podido asistir a la manifestación de dos de las posibles <perspectivas> sobre la realidad. El escenario es la iglesia, en el desarrollo de un sermón dominical. La perspectiva no era tanto en un caso, una <perspectiva>, en el sentido técnico orteguiano, como la manifestación de una adaptación canónica a la des-constitución -intentada en la propia cultura occidental- de la religión católica. Sí,en un sermón de una iglesia católica. Nadie puede suponer que en el interior de una institución, y en el propio actuar "reglamentario" común, no haya quienes se dediquen -sin ningún rubor- a socavar aquello que les hace/dona/da un rol en la propia institución, pues sólo tiene que presenciar estas manifestaciones públicas, abiertas a todos los que quieran corroborar la <realidad>.
En otra iglesia, y en otro sermón, también, junto a decenas, quizá un centenar largo de personas, pude asistir a la descripción genérica de quien/es pueden abandonar la realidad de las cosas <como son> y someterse a los "vientos de las corrientes" que soplan en diversas direcciones a lo largo de todos los tiempos: la <vida como adaptación> orteguiano. Este sermón, más allá de la significación religiosa concreta y muy conocida por todos los cristianos, era una crítica radical a quienes tienen falta de <perspectiva>, es decir, quienes no consideran como una condición personal irreversible el tener que hacer su vida en la propia <realidad>, y la sustituyen por ideologías de moda, que pretender acomodar a la persona, y en este caso también a las instituciones, sociedad...la iglesia, a la orden de ciertos mandarines y mandamases. En este caso a ciertos teólogos o sub-teólogos o divulgadores de ciertas interpretaciones...socialmente mejor aceptadas por el establismen empoderado/en el poder.
El verano no es época de descanso para las grandes cuestiones y para las grandes <intenciones>. La perspectiva sobre la realidad, sobre cualquier realidad, constituye el <estar> de cada <quien>, todo lo demás significa negación de la persona <qua> persona.
Este verano he asistido, sin descanso, a la lucha por la persona y por su anegación sociologísta...en la misma iglesia católica. La vida sigue, aunque algunos pretendan que sea sin persona alguna.
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........................................Personalismo de la razón vital...........................................................
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