Soledad y matemáticas.
Perspectivas y perspectivas.
Cada persona adopta una
perspectiva que puede ser <personal> o <social>. Es muy inmediata para todos la presencia, o
ausencia, de la vida personal, y la presión y <conformación> compulsiva o
<negociada> de las prescripciones sociales en nuestra vida y experiencia.
No podemos, si queremos ser personas, “olvidarnos” de la primera y asumir
completa y acríticamente la segunda. La cultura contemporánea más agresiva y
poderosa, rechaza la vida personal de los seres humanos, lo que nos obliga a
una toma de posición <heroica>, a decidirnos por una perspectiva
personalista o contrapersonalista. No nos dejan…quedarnos en una “posición
intermedia”, sobre todo si los poderosos de la civilización contrapersonalista
estiman que puede significar un modelo de “independencia” y contradicción
“peligrosa” para sus objetivos y la imagen pública del mundo contemporáneo que
van dominando con gran eficacia.
Emmanuel Mounier indica que la
persona vive y descubre (…) <quien> es mediante la soledad, un ámbito y
experiencia plenamente personal. La cultura contrapersonalista y sus
instrumentos de condicionamiento social han tratado y seguirán tratando que
nadie pueda encontrar un significado valioso en esa experiencia, pues todo ha
de ser exterior/socializado/común/controlable/manipulable.
Otra de las características de la
modernidad para Mounier es la subsunción de toda realidad humana bajo la
abstracción matemática. Este producto racional excluye cualquier condición
<propiamente> humana, así un instrumento que tiene su valor para las
cosas se ha establecido como caja o límite con el cual lo humano, y sobre todo
lo personal desaparece porque es imposible en su lógica formal/racional.
Estas dos perspectivas pueden ser
ampliadas en los siguientes textos de E. Mounier: Obras Completas, tomo I,
páginas 642-3 para la soledad, y entre otras, en la página 643 para la
abstracción matemática.
La elección entre ambas
posibilidades ha sido una característica del ser humano en la modernidad. Una y
otra <perspectivas> llevan a la vida personal o a su desaparición. La
“presión” brutal y sistemática de la modernidad contrapersonalista, ha sido
hacia la aceptación exterior e interior (suicidio blanco) de la negación de la
persona, mientras que la primera de las posibilidades se ha constituido en una
contradicción contra la modernidad de características propias de una conducta
heroica.
¿Hasta cuándo habrá
“posibilidad” de seguir optando, sin que
ingresen al persona-lista en algún centro o programa de reeducación
modernizadora, ahora ya, a la altura del proceso en este siglo XXI, entre los
especímenes recalcitrantes y gravemente “antisociales”?
Y sí hay <algo> más que
hacer que leernos en textos, incluido este, en internet.
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