De profundis
Fondo y preferencias. ¡AHORA SÍ! En ciertas corrientes de la modernidad y especialmente de la posmodernidad se ha tratado de imponer con modos y estrategias diversas, la primacía de la preferencia individual como criterio de verdad propio y además de obligado respeto por todos los demás, y hoy de imposición legal en casi todos los países e instituciones internacionales: estamos, casi sin excepción, obligados legalmente a aceptar y proteger legalmente cada nueva sensación individual asumida como identidad (?). ¿Y mi "opinión" al respecto? La respuesta nos la hacen llegar con toda nitidez: tu opinión se agota o limita con tu sensación, y esta es tu libertad , más allá de tu epidermis y lo que corrobore tu cerebro y mente, nada, no tienes ninguna posibilidad legal de hacer oír tu "opinión", tu legitimidad se reduce a lo que "tu sientes"..."y punto". Si a alguien se le ocurre insistir en su "opinión", en la que puede hacer intervenir ...