¡Educar!

 Educar.

C. S. Lewis se queja...en su libro, La abolición del hombre, de la educación que el ve ya convertida sólo en <propaganda>: (la educación)" la nueva es simplemente propaganda",p. 29.

Primero, la educación no es lo mismo que la instrucción o la enseñanza, y no es el conjunto de la actividad que ocurre en los centros denominados educativos, que lo son de enseñanza-aprendizaje de determinadas materias académicas bajo modelos instruccionales más convencionales o más novedosos.

Segundo, la educación o es y será en la vida de cada persona autoeducación -progresivamente- o se "producirá" en la humanidad un ser cuasi-humano denominado <individuo> humano, todo él producto, más o menos estabilizado de una programación, también más o menos eficaz, de un proyecto sociologizante y alienante.

Si cambiamos la <perspectiva> en la educación -en la verdadera educación- y ponemos a la persona como eje de su educación y autoeducación, habremos empezado a <salvar> el mundo...con personas dentro, de lo contrario, en esto están desde las más enormes instituciones internacionales, hasta los proyectos/programas nacionales, no tardaremos en comprobar como <eso> humano que C. S. Lewis creía ver en la educación en otros tiempos habrá definitivamente desaparecido del horizonte de nuestra época. Se han dedicado en las últimas décadas estas instituciones y sus divulgadores nacionales y hacedores de leyes y normativas con gran rabia y gran inversión...a lograr sus fines, que es el fin del ser humano como ser personal.

No hay mas tiempo. ¡Personalismo de la razón vital!

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