Simulación.

 





Cambio de perspectiva.


V
V


 

Del libro Desde la vida propia, p. 49:😫😫“Las llamadas al <aggiornamento>, incluso, en una de sus expresiones más ridículas, pero muy significativas de ese error de base citado que estaba perjudicando a la <propia> vida, la apertura, la renovación, etc. fueron sirviendo de anclaje para que los individuos que vivían en esos “lugares” sociales aventajados o en previsión futura de ventaja personal, comenzaran a socavar, ahora tanto en la práctica como en la teoría, pues antes sólo lo hacían con su práctica, la <propia vida>”.

En un capítulo anterior se publicó una “entrada” titulada la <no perspectiva>. En estos tiempos en los que ya sólo algunos conocen, y quieren saber, de las causas de la cultura contrapersonalista, el libro Desde a vida propia aborda esta cuestión en uno de sus capítulos para ese factor “demasiado humano” de ciertas comodidades en el cambio cultural, institucional y legal al que estamos asistiendo.

No hubo en casi ningún “protagonista” del cambio al contrapersonalismo, ningún <cambio de perspectiva>, sólo una simulación y una defensa de intereses, que si somos capaces de entenderlo, y no de comprenderlo(s), fueron y son espurios. Ha sido difícilmente soportable que tantas personas (…), muchas de ellas de un cierto “segundo nivel” (también de otros) hayan perdido su propia perspectiva y hayan colaborado, a veces con cerrilidad y dolor-para otros-, en la creciente dificultad para poder vivir como personas <propia>-mente dichas.

La consistencia persona-l ha sido descartada desde hace muchos años en España por muchos, casi todos, pues implica una peligrosa  y casi segura respuesta punitiva del sistema. Las generaciones que van apareciendo en el horizonte español van a tener una muy difícil educación “por el ejemplo”…salvo contadísimas excepciones.

 

 

Se enviará el libro Desde la vida propia gratuitamente a quien lo solicite a la siguiente dirección;

          mensajerevista19@gmail.com

Comentarios

Entradas populares de este blog

Editar

Palabras no, ya basta, coherencia

Congreso.